martes, 31 de mayo de 2011

Relato de un viajero que entra en la ciudad de Córdoba

Relato de un viajero que entra en la ciudad de Córdoba

El viajero, que aparcó al otro lado del Puente Romano, cruza gozoso el puente recreando su vista sobre Los Sotos de la Albolafia. Como una contemplación donde el sol perenne se posa, con sus rayos eternos, como una prosa recién impresa. Donde lucen las hojas mustias en las ramas de los eucaliptos, de los olmos,de los chopos, como músicas sonando encima de la corriente del río, que baja eufórica lamiendo la rivera. Como un verso de amor entre la vega, la claridad de la mañana, el cauce, la pausa silenciosa, la vegetación y la sierra. Como una composición de Góngora sobre Sierra Morena. Como un deleite, que se contempla con la mayor admiración;así pasa el viajero por el Puente Romano, con la vista de la mezquita al fondo; y la Torre de la Calahorra en el otro extremo. Admirando el paisaje como un resplandor de la ciudad, y una riqueza paisajista descomunal. Le da la bienvenida, el Arco del Triunfo, como un espejo, como un portal de belén, como la novia del Río Guadalquivir, vestido de historia y de intimidad.
Pragmatismo con que la ciudad recibe al visitante, como el arco de la gloria, de la alternancia,del simbolismo, de la representación. De pronto, pasa bajo su altivez, a paso lento, con la mirada retraída y el pensamiento vivaz. Como una colmena llena de vida, llena de composiciones en sus celdas del panal, llena de frutos,llena de compromiso,llena de dulzura, de inmensidad de la naturaleza mezclada con la miel,con el néctar, con el sabor. Así la mente se intensifica ante tanto fulgor,que al llegar al Arco, despierta, como una fiebre.
Su pensamiento se extiende a su histórica construcción,a la remembranza,al contenido expresivo de su contorno;a su silueta, a su descripción del entorno. Al horizonte recortado sobre la calle, al unisono de su conformidad, a sus pinceladas llenas de plenitud,pletóricas de su esbeltez. Recónditas entre la Mezquita y el Río;prestada a las postales como una pintura de Goya. Soberbia,como una columnata de un palacio real;comprometida con la delicadeza monumental de la ciudad. Como un artículo en una enciclopedia sobre arte;como una traducción de un texto antiguo,como una disertación con sentido común. Como un acta de un partido político, o como un resultado inamovible de un partido de fútbol.
La Puerta del Puente es el recibidor de la ciudad. Es un billete de ida y vuelta,donde empieza y termina la ruta turística del viajero enamorado de Córdoba. Es la antesala del esplendor de los sentidos que constituye la Mezquita, a la cual acaba de llegar. Por este camino ciertamente luminoso, de contrastes, de aplomos, de verificaciones, de descubrimiento; conforme se acerca al conglomerado artístico de la antigüedad.
José Francisco. Mayo.2011

Los patios de Córdoba

Los patios de Córdoba

Los patios son una inmersión de los sentidos;
una contemplación única;
un símbolo, una estrella;
un espectáculo de colorido.

Aquí hay un son de sonoridades perfectas.
Una gran tarjeta de visita.
Un perfección de tallos expuestos al sol.
Los patios son verdades ensambladas en arte.

Bellas rosas al sol.
Comienzos y continuidades.
Semblanzas definidas.
Historias llenas de calor humano.

Vencimiento altruista con delicadeza.
Una sincera universalidad concentrada.
Un río de afectos compartidos.
Una realidad llena de satisfacción.

Un patio es luz;
es verbo conjugado;
adjetivo con definición;
cariño de manos que lo cuidan.

Es atmósfera penetrante;
bálsamo para el alma,
descanso y relajación.
Es arco iris y naturaleza.

José Francisco. Mayo.2011

A un patio lleno de melancolía

A un patio lleno de melancolía

Un patio es conjunto,
adquisición,rumor,
isla y paraíso.

Un patio es vocación,
resplandor, votación,
humanidad, pensamiento.

Es elaboración artística,
evocación serena,
registro verdadero de sensaciones.

Es renuevo, siembra,
poda, crecimiento,
floración y plantación.

Es candor, propósito;
es amor del que lo cuida,
disfrute del que lo habita.

Es verso del que escribe sobre él.
Es sintonia del que lo visita.
Cautividad del que los admira.

Es silencio que ofrece recogimiento.
Es brevedad en el espacio.
Ofrecimiento para el que lo enseña.

Es conclusión para la ciudad.
Oferta para los ojos.
Absoluto placer para el que los contempla.

Deleite para el turista.
Acierto para el que llega a Córdoba.
Advenimiento para el viajero.

Maravilla para los cordobeses.
Conocimiento para la convivencia.
Razón expresada con flores.

Una construcción implícita de la belleza.
Una fidelidad en el interior de las casas.
Un jardín que cautiva.

Una prosa recién escrita.
Estrofa de un libro recién publicado.
Mil páginas de una novela histórica.

Si alguien me pregunta
por los patios de Córdoba,
les diré que es parte de la cultura andaluza.

Si tengo que decir que amo los patios,
digo bien, y lo digo con el corazón;
porque allí habita la alegría.

José Francisco. Mayo.2011.Córdoba

jueves, 26 de mayo de 2011

A un patio bello de la juderia

A un patio bello de la judería

Un patio lleno de luz,
enarbolado de belleza interior,
donde una fuente solloza minúscula,
su chorro de agua gritando.

Sobre una balsa de mármol y piedra,
que engrandece su luminosidad,
su paisaje plateresco,
su encanto sobre una pared de sueños.

Todo decorado,
todo en su lugar,
como un jaspe de limpio,
como un romance de la naturaleza.

Pongamos que hablo de un patio de la judería,
universal,plácido,
en el silencio interior,
de una casa ancestral.

Lleno de fulgor,
de aromas, de versos;
de canciones ilustradas
con el sonido del agua de la fuente al caer.

José. Mayo.2011

Poema a un pozo en un patio cordobés

Poema Un pozo en un patio cordobés
 
El rumor de un patio cordobés,
se extiende en mayo sobre el brocal del pozo
y el arriate inconmensurable.
 
El susurro de la garrucha
bajando el cubo al fondo
como una expedición.
 
El agua allí abajo,
surtiendo de las entrañas de la tierra,
como un espejismo,como un relieve.
 
Un pozo en un patio cordobés
es como un cortijo en la campiña,
fresco,cálido y limpio.
 
Un pozo es una arquitectura encomiable,
difícil de sustituir,
en la belleza exaltada de un patio.
 
Recio conjunto armonioso,
ensamblado en la poesía de Córdoba,
como una noria en el Guadalquivir.
 
Como un sembrado de girasoles,
como una adelfa en el lecho de un riachuelo,
como una horquilla en el pelo.
 
Toda la inmensidad, todo el deleite de los ojos,
toda la sonoridad subterránea
 está reflejada en un pozo en medio de un patio cordobés.
 
José Francisco. Mayo.2011.Córdoba.

Poema a una fuente de un patio cordobés

Poema a una fuente de un patio cordobés

Hay una fuente híbrida,
besando el mármol,
con una historia de amor
con la luz y las plantas de un patio cordobés.

Hay un chorro de agua
que grita exaltado,
por su surtidor de plata,
como una isla en medio del océano.

Hay una alberca dorada,
dorada de sueños y melancolía,
que abraza la fuente
con su circulo espectacular.

Y el agua ríe por el basamento,
deslizándose como el aceite suave,
que se vierte sobre un cristal,
hacía su balsa de ensueño.

Abajo florecen macetas y pensamientos,
encendidos como candiles,
como luminarias sutiles,
como ecos de la primavera.

José Francisco. Mayo.2011.Córdoba.

Poema a los patios de Córdoba

Poema a los patios de Córdoba

Patios de Córdoba,
donde todo esta reservado a la pasión del color,
y el colorido de los sentidos.

Patios de Córdoba,
que emergéis al mundo,
como una dicha dichosa y bendita.

Como la celebración universal,
con el esplendor de la luminosidad,
con toda la gallardía de la belleza reflejada.

Dulces patios,
como la nieve en los montes,
como el agua en el mar.

Como una razón de ser,
como una ley fundamental,
como una iniciativa popular.

Patios de blanco y espuma,
patios de fulgor y estrellas,
románticos patios de España.

Patios de música y equidad.
Patios ilustres e históricos.
Patios alegres y de paz.

José Francisco. Córdoba.2011.Mayo.

Acordes de guitarra en un patio de Córdoba

Acordes de guitarra en un patio de Córdoba

Suena la música de fondo,
por el altavoz mecánico,
por el hilo musical,
una música de guitarra;

sonora,como una fantasía.
Suena, como suena el aire
en la pared de un cortijo.
Marisma de la primavera en un patio.

Salpican los acordes,
como si fuera el silbo
de un jilguero en la rama
con una precisión exacta.

El pensamiento se pierde
pensando en el diapasón de la guitarra,
en su mástil, en sus clavijas, en su caja;
y en la sala de un teatro.

Acordes de guitarra vibrando,
sonando en un patio de la judería,
por donde la luz se cuela
entre los arcos de su entorno y de su perímetro.

José Francisco. Mayo.2011. Córdoba.

Poema al Patio de la Fundación Miguel Castillejo

Poema al Patio de la Fundación Miguel Castillejo

A un Patio Señorial

¡Qué bonitas! Las naranjas colgando de los naranjos en mayo.
Los faroles, sobre las paredes blancas.
La hiedra, como un cordel de plata;
colgando de la blancura, enhebrando la pared;
como notas en un pentagrama.

Los cipreses ingenuos,altaneros,
sobrios en el paisaje urbano.
La escalera,como un centinela en la garita;
como una composición musical,
como un villancico sonando.

Las tinajas, tesoros en las esquinas.
Un pozo profundo,universal;
como señal de identidad.
Los arriates, como escaparates;
donde se posan las estrellas.

Arriba, las nubes, sobre el cielo azul;
pestañeando silenciosas en el universo.
El enlosado, sobre el que el pie avanza;
es un pavimento típico de los patios de Córdoba,
una decoración de piedra y cerámica;

que aquí, en este edificio,
se conjuga entre el edificio moderno,
la luminosidad y el colorido.
Ventanales como joyas a la entrada.
Vestíbulo de honor.

Aquí la luna se posa frágil,
en la noche cordobesa; con su cuento de seda,
bajando suave,por los tejados rojizos.
Los sentidos pletóricos aquí
reposan entre la armonía y la templanza,

la candidez, el deseo inmenso cautivado,
la contemplación,el placer de los ojos:
viendo la belleza en un anochecer de primavera,
mientras la luz se enciende en las farolas.
Dando la bienvenida a la oscura noche, despidiendo el día.

Escrito por José Francisco, en el mismo patio, en mayo de 2011

Poema a un patio de la Juderia de Córdoba

Poema a un patio de la judería de Córdoba

Hay una luz prodigiosa,
ensalzada sobre una fuente;
en el pórtico donde hay enervados,
dos arcos de plata.

De veneración, de romanticismo;
sobre los que cuelgan dos potos,
como enredaderas en una pared.

Un farol, de adorno, de metacrilato,
de acetona, de presislar,
como un conjunto iluminado.

Dentro,hay un cuadro de Julio romero.
Fuera,hay un artesonado de espejos,
donde refracta la luminosidad.

Digamos que es un lugar
de la judería cordobesa.
Digamos que es un patio elegante.

Queda dicho como un adagio,
como un verbo seguido de un sustantivo,
como una razón de ser que da vida.

José Francisco. Mayo.2011.Córdoba