sábado, 1 de abril de 2017

DIARIO DE UN CAMINANTE

DIARIO DE UN CAMINANTE 
POR CAMINOS DEL SUR 
Capitulo uno


Cuando ya la tarde muestre su estado febril en la primavera,
cuando ya el mundo decline su estado viejo,
cuando en toda la red de esta pulcra quietud
veamos que empieza serena la vejez.
Es tiempo entonces de meditar,
de buscar el sendero de la proporcionalidad,
de estimular pensamientos de buena fe,
de esperar el sol naciente entre las espesas nieblas otoñales.
En buena lid consensuados al beneplácito del alma humana,
en equilibrio, en el consuetudinario fundamento
de un cristianismo vivo, eficaz, reverente y tradicional.
En toda referencia a un espíritu de certezas,
de verdades, de razonamientos,
para un caminar idóneo y sencillo.

Sabias esperanzas, de quien pasito a pasito
busca la unidad y el verbo con el sujeto comprendido,
de quien voltea una cuesta hacia la dirección conveniente,
hasta llegar a la meta de la caminata
por sendas polvorientas.
En el crepúsculo y en la noche oscura,
en toda sana intención metida en las alforjas que cuelgan,
para las andanzas cultivadas en las esencias de los paisajes españoles.
Mapa de una singladura para poder continuar,
misma satisfacción al avanzar en los alpargates que se calzan.
Mismo deseo de bienaventuranza para todo caminante.
Feliz quien sigue una milla extra hasta el final del viaje.


José F. Garcia