La naturaleza tiene un capricho
en la Sierra de los Filábres .
El sol tiene su anchuroso prado
allá abajo, en la planicie calva
de las vegas del Alto Almanzora.
Ríe el cauce del río sobre un meandro
desde la montaña bravía
hasta la cárcava más meridional.
La sierra tiene acurrucado
un lucero que brilla
en la zona del Ángulo de Serón
como un astro perpetúo
sobre una zona de pinares
que coronan la sierra
como un manto verde,
pintoresco y lleno de colores,
ese lucero es la Casa Restaurante
Posada del Candil.
Allá donde internet llegue
a los confines de los confines del mundo,
llegará el paisaje de la sierra
donde la belleza vive,perdura y transcurre.
Desde la explanada de la Casa de la Posada del Candil
se divisa la vega de Serón
como se divisa un buque en alta mar.
Desde aquel lugar
el idilio del paisaje
con la luz infinita del sol
se semejan a un mar inmenso
por donde la imaginación transita.
Desde allí,donde el día limita con el bosque,
y el amor con la felicidad
emprende su regreso el alma
a la tranquila templanza
de la mañana efímera
y al sereno entorno
que inflama de tranquilidad
uno de los lugares más bonitos
de la Sierra de los Filábres.
Córdoba, 13 de Agosto de 2010.Escrito por José Francisco Garcia.
viernes, 13 de agosto de 2010
A SERON, CON AMOR
Serón está colgado bajo las nubes que descienden
en el alto Valle del Almanzora,bajando de la Sierra de los Filábres
que como una esponja empapan los pinos
como si bajaran al bosque buscando la húmeda tierra.
Empinado sobre un montículo
se alza la torre medieval del castillo
como una lucerna romana
que alumbra el alto valle.
Desde allí se extienden
las laderas de la sierra
como una efigie labrada
en una moneda nueva.
Desde allí la vista se extiende
a la Sierra de Alcóntar,
a los llanos del Híjate,
a las aldeas de Huélago, y Las Hilarias.
Toda la vega como una fotografía amanece
bajo una luz prodigiosa
elevada esta en la montaña
descendiendo a las huertas, junto al río.
La campana del reloj,
fiel al toque de las horas,
fiel al paisaje,
fiel a la idiosincrasia del pueblo.
La Plaza del Ayuntamiento ferviente,
coronada por una fuente plena y gozosa,
exaltada por unos caños dorados por donde sale
toda la fantasía que viene por la cañería del cerro.
La campana de la iglesia sobre una torre histórica
se asoma a la Alconacia y al molino viejo
donde duerme impertérrito el sudor de los arrieros
y la historia profunda del pueblo.
La carretera hacía la sierra
como un silbo apacible
se extiende suavemente
con uniformidad sobre las laderas.
La Plaza de "Arriba"
sobria y elegante
como una poesía
ilumina el pueblo con su fantasía.
Córdoba, 13 de Agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia.
en el alto Valle del Almanzora,bajando de la Sierra de los Filábres
que como una esponja empapan los pinos
como si bajaran al bosque buscando la húmeda tierra.
Empinado sobre un montículo
se alza la torre medieval del castillo
como una lucerna romana
que alumbra el alto valle.
Desde allí se extienden
las laderas de la sierra
como una efigie labrada
en una moneda nueva.
Desde allí la vista se extiende
a la Sierra de Alcóntar,
a los llanos del Híjate,
a las aldeas de Huélago, y Las Hilarias.
Toda la vega como una fotografía amanece
bajo una luz prodigiosa
elevada esta en la montaña
descendiendo a las huertas, junto al río.
La campana del reloj,
fiel al toque de las horas,
fiel al paisaje,
fiel a la idiosincrasia del pueblo.
La Plaza del Ayuntamiento ferviente,
coronada por una fuente plena y gozosa,
exaltada por unos caños dorados por donde sale
toda la fantasía que viene por la cañería del cerro.
La campana de la iglesia sobre una torre histórica
se asoma a la Alconacia y al molino viejo
donde duerme impertérrito el sudor de los arrieros
y la historia profunda del pueblo.
La carretera hacía la sierra
como un silbo apacible
se extiende suavemente
con uniformidad sobre las laderas.
La Plaza de "Arriba"
sobria y elegante
como una poesía
ilumina el pueblo con su fantasía.
Córdoba, 13 de Agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia.
jueves, 12 de agosto de 2010
LA FUENTE DEL PATIO DE LOS NARANJOS
La luna baña su reflejo de noche
en el estanque de plata transparente,
adornado por cuatro salpicaderos
que lanzan desde cada columna
de las cuatro esquinas
cuatro chorros enfervorizados
con una fuerza que nunca decae
con un aire ilustre de ecos infinitos
cuando cae el agua,
como si fuera un jirón de las nubes
traspasando el pico de una montaña.
Luego un torrente convertido en una hila de agua
sale por un desagüe bajo las sombras de los naranjos
bajo el recinto amurallado,
bajo la nacarada mañana del verano.
Todos los turistas beben su descanso
como engendrando el sosiego,
con la luz del sol perenne e infiltrada
entre los cipreses,las palmeras y los naranjos;
entre las tapias engendradas por los siglos,
por donde la historia transcurre
junto al río Guadalquivir.
Esta fuente todo lo concentra
con su frescura, su belleza plena,
su dogmatismo y su estampa.
Aquí la tarde inunda
su imperturbable templanza
con toda su poesía
bajo un cielo inflamado de sol.
El estanque, cuando está vacío
y seco, está triste,
ahora que está lleno, esta alegre.
Una fuentecilla de mármol
grita en el centro de la balsa
con un chorrillo de agua
por donde la luz palpita.
Esta fuente que ilumina Córdoba
con abrumadora calma
sobre el silencio impertérrito.
Aquí transpira la pureza como un canto
limpio y breve sobre toda la contemplación,
que hoy confiesa el día
a los muros milenarios de la Mezquita.
Córdoba, 12 de agosto de 2010.Escrito por José Francisco Garcia
en el estanque de plata transparente,
adornado por cuatro salpicaderos
que lanzan desde cada columna
de las cuatro esquinas
cuatro chorros enfervorizados
con una fuerza que nunca decae
con un aire ilustre de ecos infinitos
cuando cae el agua,
como si fuera un jirón de las nubes
traspasando el pico de una montaña.
Luego un torrente convertido en una hila de agua
sale por un desagüe bajo las sombras de los naranjos
bajo el recinto amurallado,
bajo la nacarada mañana del verano.
Todos los turistas beben su descanso
como engendrando el sosiego,
con la luz del sol perenne e infiltrada
entre los cipreses,las palmeras y los naranjos;
entre las tapias engendradas por los siglos,
por donde la historia transcurre
junto al río Guadalquivir.
Esta fuente todo lo concentra
con su frescura, su belleza plena,
su dogmatismo y su estampa.
Aquí la tarde inunda
su imperturbable templanza
con toda su poesía
bajo un cielo inflamado de sol.
El estanque, cuando está vacío
y seco, está triste,
ahora que está lleno, esta alegre.
Una fuentecilla de mármol
grita en el centro de la balsa
con un chorrillo de agua
por donde la luz palpita.
Esta fuente que ilumina Córdoba
con abrumadora calma
sobre el silencio impertérrito.
Aquí transpira la pureza como un canto
limpio y breve sobre toda la contemplación,
que hoy confiesa el día
a los muros milenarios de la Mezquita.
Córdoba, 12 de agosto de 2010.Escrito por José Francisco Garcia
A UNA FUENTE SERENA DE LA JUDERIA
Hay una fuente de mármol
una fuentecilla exaltada,breve,
digna de un patio con mucha luz.
Una fuente contemporánea
donde el agua salpica en una balsita redonda,
con un grifillo humilde,
que enciende la noche,
con un foco que alumbra
cuando el agua cae tenue
a la pileta blanca.
La decoran unas cintas
que como capullitos de rosas
plantadas en macetas están alrededor.
Cuando aquí el sol de la tarde ilumine,
la fuentecica se encenderá,
crispada el agua sobre el salpicadero,
caerá goteando sobre el fuste que la eleva,
y las mesas del patio ofrecerán al viajero,
una frescura sin par bajo el zaguán de la entrada,
que da acceso por una pequeña arquería
que descansa sobre las columnas
a la luminosidad esplendida que aquí penetra,
bajo el ancho cielo de Córdoba.
La fuente serena donde salpica
la belleza de la mañana,
el rumor tenue de la noche,
y la admirable luz de la luna
corona el centro del patio
como si fuera una estrella.
El romance del agua elevada sobre el surtidor de cobre
roza el alba, como el junco que nace en la poza,
o la caña que se balancea en el cañaveral.
Una fuente en un patio
es como un faro que alumbra en la noche,
con una hermosura recatada,pura,virginal y limpia.
Córdoba,12 de agosto de 2010.Escrita por José Francisco Garcia.
una fuentecilla exaltada,breve,
digna de un patio con mucha luz.
Una fuente contemporánea
donde el agua salpica en una balsita redonda,
con un grifillo humilde,
que enciende la noche,
con un foco que alumbra
cuando el agua cae tenue
a la pileta blanca.
La decoran unas cintas
que como capullitos de rosas
plantadas en macetas están alrededor.
Cuando aquí el sol de la tarde ilumine,
la fuentecica se encenderá,
crispada el agua sobre el salpicadero,
caerá goteando sobre el fuste que la eleva,
y las mesas del patio ofrecerán al viajero,
una frescura sin par bajo el zaguán de la entrada,
que da acceso por una pequeña arquería
que descansa sobre las columnas
a la luminosidad esplendida que aquí penetra,
bajo el ancho cielo de Córdoba.
La fuente serena donde salpica
la belleza de la mañana,
el rumor tenue de la noche,
y la admirable luz de la luna
corona el centro del patio
como si fuera una estrella.
El romance del agua elevada sobre el surtidor de cobre
roza el alba, como el junco que nace en la poza,
o la caña que se balancea en el cañaveral.
Una fuente en un patio
es como un faro que alumbra en la noche,
con una hermosura recatada,pura,virginal y limpia.
Córdoba,12 de agosto de 2010.Escrita por José Francisco Garcia.
miércoles, 11 de agosto de 2010
AL MUSICO AMBULANTE DEL ACORDEON
La acordeón suena con una fuerza increíble
sobre el prétil del Puente Romano de Córdoba
con un éxtasis que solo el compás
de sus arpegios logra comunicar.
La asombrosa luminosidad del cielo azul
sobre el río Guadalquivir acompaña la dulzura
con que toca la acordeón un músico ambulante,
tan lleno de sueños que sus dedos clavan
dulcemente en las teclas
que con tanta agilidad tocan.
Todos los turistas exaltan la brevedad de la vida
al escuchar la música con tanta claridad,
sobre la bella estampa que el río ofrece
sobre las mansas aguas que cruzan
bajo los arcos de medio punto del famoso puente.
El amoroso paseo del turista
desde la Mezquita a la Torre de la Calahorra
se convierte así en un ameno sonar
del vaivén de una acordeón
que vierte a las nubes su sonido delicado
y sus notas se convierten
en la atracción de una mañana calurosa,
en un concierto que el mundo escucha,
de las manos de un artista,
convertido hoy en un músico ambulante
que da su música gratis
a cambio de unas monedas,
a quien la quiera escuchar;
como un generoso poeta
que alaba y bendice;
como un trovador de cánticos breves,
que ofrece a cambio, tal vez, de una sonrisa;
como sembrando todo un corazón,
sobre el sentido común, así como por amor al arte,
con toda la humildad y sencillez,
de quien ofrece lo que tiene,
de quien da todo su contento,
con el mayor amor,
con la mejor intención.
Córdoba, miércoles 11 de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia
sobre el prétil del Puente Romano de Córdoba
con un éxtasis que solo el compás
de sus arpegios logra comunicar.
La asombrosa luminosidad del cielo azul
sobre el río Guadalquivir acompaña la dulzura
con que toca la acordeón un músico ambulante,
tan lleno de sueños que sus dedos clavan
dulcemente en las teclas
que con tanta agilidad tocan.
Todos los turistas exaltan la brevedad de la vida
al escuchar la música con tanta claridad,
sobre la bella estampa que el río ofrece
sobre las mansas aguas que cruzan
bajo los arcos de medio punto del famoso puente.
El amoroso paseo del turista
desde la Mezquita a la Torre de la Calahorra
se convierte así en un ameno sonar
del vaivén de una acordeón
que vierte a las nubes su sonido delicado
y sus notas se convierten
en la atracción de una mañana calurosa,
en un concierto que el mundo escucha,
de las manos de un artista,
convertido hoy en un músico ambulante
que da su música gratis
a cambio de unas monedas,
a quien la quiera escuchar;
como un generoso poeta
que alaba y bendice;
como un trovador de cánticos breves,
que ofrece a cambio, tal vez, de una sonrisa;
como sembrando todo un corazón,
sobre el sentido común, así como por amor al arte,
con toda la humildad y sencillez,
de quien ofrece lo que tiene,
de quien da todo su contento,
con el mayor amor,
con la mejor intención.
Córdoba, miércoles 11 de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia
AL MUSICO AMBULANTE DE LA GUITARRA
Los ecos de un músico ambulante
suenan en el puente romano de Córdoba,
con una poesía espléndida tan ajada de costumbres bonitas
que el viento seduce la luz del sol pletórico
de destellos luminosos, calurosos y seductores.
Canta el músico con una alegría tal
que nadie diría que es un músico ambulante,
con una guitarra agitada
con los acordes sabios e inteligentes,
conjuntados con una voz de oro.
El turista escucha una música floreciente gratuita
tan digna e ilustre que bien vale
una fotografía en el puente romano
junto a un músico pobre, pero rico
en sonoridad,en arte,en armonía, y en música.
El amor que este músico desprende por la vida
es inimaginable,algo que trasciende a los sentidos,
ahora está cantando la canción de Juan Talamera,...
La gente mira el paisaje del río Guadalquivir
acompañada por la melodía que la voz dulce
de un músico ambulante irradia todo su sentimiento
sobre la brillante candidez de este monumental
paisaje urbano del puente romano de Córdoba.
El viajero acompaña el estribillo
eufórico de tanta armonía sobre un río Guadalquivir
que aquí exhibe toda su belleza.
Córdoba, 11 de agosto del 2010.Escrito por José Francisco Garcia.
suenan en el puente romano de Córdoba,
con una poesía espléndida tan ajada de costumbres bonitas
que el viento seduce la luz del sol pletórico
de destellos luminosos, calurosos y seductores.
Canta el músico con una alegría tal
que nadie diría que es un músico ambulante,
con una guitarra agitada
con los acordes sabios e inteligentes,
conjuntados con una voz de oro.
El turista escucha una música floreciente gratuita
tan digna e ilustre que bien vale
una fotografía en el puente romano
junto a un músico pobre, pero rico
en sonoridad,en arte,en armonía, y en música.
El amor que este músico desprende por la vida
es inimaginable,algo que trasciende a los sentidos,
ahora está cantando la canción de Juan Talamera,...
La gente mira el paisaje del río Guadalquivir
acompañada por la melodía que la voz dulce
de un músico ambulante irradia todo su sentimiento
sobre la brillante candidez de este monumental
paisaje urbano del puente romano de Córdoba.
El viajero acompaña el estribillo
eufórico de tanta armonía sobre un río Guadalquivir
que aquí exhibe toda su belleza.
Córdoba, 11 de agosto del 2010.Escrito por José Francisco Garcia.
martes, 10 de agosto de 2010
POEMA AL PATIO PRINCIPAL DE LA CALLE MANRIQUEZ, Nº 4
Hay un patio fértil
fértil de luz y paz inmensa
de silencio roto por la monótona fuente,
que gime su chorro de agua,
sobre un pedestal de mármol,
sobre una pileta redonda,
tan inundada de caricias,
que lame el agua que salpica,
sobre una octogonal base de roca,
donde desagua limpia
con una sonoridad impredecible
que la monotonía sosiega
el énfasis que sobre el aire
proyecta su palpitar.
Hay un pórtico generoso en la luminosidad
que diez columnas de hierro soportan.
Seis macetas de cintas hay
con sus raíces en unos grandes tiestos.
El calor del verano derrite la suave templanza.
Losas de pizarra sobre un suelo gris,
sobre las que depositan su elegancia
unas mesas con losa de mármol blanco
y unas sillas de anea por donde traspira el aire.
Dos bancas de madera antiguas
lucen como si estuvieran en una tienda de antigüedades.
Los gorriones beben en la fuente,
arriba las palomas arrullan.
Patio donde declina la luz suntuosamente
y donde la serenidad encuentra
la adecuada templanza a su sosiego.
Córdoba, 10 de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia
fértil de luz y paz inmensa
de silencio roto por la monótona fuente,
que gime su chorro de agua,
sobre un pedestal de mármol,
sobre una pileta redonda,
tan inundada de caricias,
que lame el agua que salpica,
sobre una octogonal base de roca,
donde desagua limpia
con una sonoridad impredecible
que la monotonía sosiega
el énfasis que sobre el aire
proyecta su palpitar.
Hay un pórtico generoso en la luminosidad
que diez columnas de hierro soportan.
Seis macetas de cintas hay
con sus raíces en unos grandes tiestos.
El calor del verano derrite la suave templanza.
Losas de pizarra sobre un suelo gris,
sobre las que depositan su elegancia
unas mesas con losa de mármol blanco
y unas sillas de anea por donde traspira el aire.
Dos bancas de madera antiguas
lucen como si estuvieran en una tienda de antigüedades.
Los gorriones beben en la fuente,
arriba las palomas arrullan.
Patio donde declina la luz suntuosamente
y donde la serenidad encuentra
la adecuada templanza a su sosiego.
Córdoba, 10 de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia
POEMA A LA MEZQUITA DE CORDOBA
Todo el azul del mar
no podría contenerla belleza de la Mezquita.
Ni todos los amaneceres
podrian igualarse a la conjunción
simétrica de toda su arqueria,
sus basas, fustes y capiteles.
Ni todas sus columnas
podrían ser igualadas
por la hermosura de la campiña.
Ni los bancos de niebla
sobre el rio Guadalquivir
podrian ocultar tan semejante monumento.
Ni todos los naranjales
de la Vega Baja del Guadalquivir
podrían igualar toda su fantasía.
Ni los puertos de España
podrían albergar semejante suntuosidad.
Ni las marismas podrían dar cabida
a tanta orfebreria.
Ni los museos albergar su arte,
que la historia ha protegido
para enaltecimiento de Córdoba
junto al Rio Grande de los musulmanes.
Joyas de España en el silencio,
obras de arte cultivadas por los árabes.
Placer de los sentidos
interpretado con la elegancia del corazón.
Alma que se rinde
ante el desenfreno lujurioso
de la admiración artistica.
Todo cultivado en la armonia cautivadora
de la representación del gusto por el amor al arte;
desde el deseo interpretado por la creatividad de los musulmanes
y la laboriosa contemplación de los artistas que la hicieron.
Córdoba, 10 de agosto de 2010.Escrito por José Francisco Garcia
lunes, 9 de agosto de 2010
Anochecer en el espigón de la Térmica(Almería)
Desde estos lares se ha puesto el sol
ruborizado y plateado,
por entre las aguas infinitas
mientras dormia en las colinas la cándidez.
La última luz la ha eclipsado
la noche, sobre todos los aromas marítimos,
sobre el chasquido de la ola en la quilla de los barcos,
sobre la inmensidad del oceano.
La tarde ya duerme en su cenáculo,
en la estratósfera, en el ingenio, y en la melancolía.
Se ha traspuesto el sol,
lamiendo el agua con su galanteria.
Admirado colorido luminoso,
que la noche calcina con su sombra,
ya tiene el día su semblanza,
y la aurora su dominio.
En la mejilla roza como una fantasía
toda la generosidad de la bahía,
como si fuera un emporio,
junto a Cabo de Gata.
El resplandor de la belleza del día
ya tranquilo embellece las casas
mientras el último resplandor desaparece
timidamente fugitivo y huidizo como una gácela.
El silencio como un olvido, cubre primorosamente
la playa, mientras el agua templada y cálida
cubre las piedras humedas del espigón,
que se adentra en el mar, como una causa.
Como si fuera la luz de un cándil,
desaparecen los últimos rayos sobre las aguas,
mientras tú ¡Oh! excelsa Almeria,
apagas la llamarada de la última luz del día.
Córdoba, nueve de agosto de 2010.Escrita por José Francisco Garcia.
ruborizado y plateado,
por entre las aguas infinitas
mientras dormia en las colinas la cándidez.
La última luz la ha eclipsado
la noche, sobre todos los aromas marítimos,
sobre el chasquido de la ola en la quilla de los barcos,
sobre la inmensidad del oceano.
La tarde ya duerme en su cenáculo,
en la estratósfera, en el ingenio, y en la melancolía.
Se ha traspuesto el sol,
lamiendo el agua con su galanteria.
Admirado colorido luminoso,
que la noche calcina con su sombra,
ya tiene el día su semblanza,
y la aurora su dominio.
En la mejilla roza como una fantasía
toda la generosidad de la bahía,
como si fuera un emporio,
junto a Cabo de Gata.
El resplandor de la belleza del día
ya tranquilo embellece las casas
mientras el último resplandor desaparece
timidamente fugitivo y huidizo como una gácela.
El silencio como un olvido, cubre primorosamente
la playa, mientras el agua templada y cálida
cubre las piedras humedas del espigón,
que se adentra en el mar, como una causa.
Como si fuera la luz de un cándil,
desaparecen los últimos rayos sobre las aguas,
mientras tú ¡Oh! excelsa Almeria,
apagas la llamarada de la última luz del día.
Córdoba, nueve de agosto de 2010.Escrita por José Francisco Garcia.
Poema a la Alcazaba de Almeria
La Alcazaba de Almeria
luce como una estrella
sobre el monticulo altivo como un guiño
a la barriada de la Chanca confiada.
Desde allí, enaltecida
sobre la colina hermosa,
como un lucero alumbra
a la bahía azul marino.
Con tus muros ardorosos
el sol vuela entre tus ruinas
como un abanico que oscila
de un lado a otro nitidamente.
Salerosa,como una torre solitaria,
esmerada y pulcra
como los astros brillan en la noche
así brillas tú sobre la ciudad de Almería.
Entre tus patios, los jardines
amanecen siempre espléndidos
iluminados como conjunto
que asoma su perfil entre los montes.
Alcazaba, reina mora,
la musa del mar,
compañera de poetas,
afamada e imperial.
Alcazaba, sultana,
princesa de la arquitectura almeriense,
flor que en una noche creciste,
y tu aroma se extiende.
Toda Almería está postrada
en el silencio de tu amparo,
visitando tus cercanias,
fluyendo como una armonía.
Tres noches y un beso,
tres efemérides y un centenario,
tres caprichos y todos tus gustos,
un romance y una serenidad.
La amorosa tarde que en tí se roza,
pulida queda como en uno de tus pasadizos.
La amorosa luna que a tí te acaricia,
te ronda como un sereno.
Vehemente y expiada,
te exaltas en toda tu belleza,
coronada como un señuelo,
con desparpajo y sin atuendos.
Tú, Alcazaba eufórica de tú fantasía,
como un lujo te empeñas en el aire,
como una vianda emerges tu pujanza,
como una plenitud edificas tu pasado.
Córdoba, nueve de agosto de 2010. Escrito por José Francisco García.
luce como una estrella
sobre el monticulo altivo como un guiño
a la barriada de la Chanca confiada.
Desde allí, enaltecida
sobre la colina hermosa,
como un lucero alumbra
a la bahía azul marino.
Con tus muros ardorosos
el sol vuela entre tus ruinas
como un abanico que oscila
de un lado a otro nitidamente.
Salerosa,como una torre solitaria,
esmerada y pulcra
como los astros brillan en la noche
así brillas tú sobre la ciudad de Almería.
Entre tus patios, los jardines
amanecen siempre espléndidos
iluminados como conjunto
que asoma su perfil entre los montes.
Alcazaba, reina mora,
la musa del mar,
compañera de poetas,
afamada e imperial.
Alcazaba, sultana,
princesa de la arquitectura almeriense,
flor que en una noche creciste,
y tu aroma se extiende.
Toda Almería está postrada
en el silencio de tu amparo,
visitando tus cercanias,
fluyendo como una armonía.
Tres noches y un beso,
tres efemérides y un centenario,
tres caprichos y todos tus gustos,
un romance y una serenidad.
La amorosa tarde que en tí se roza,
pulida queda como en uno de tus pasadizos.
La amorosa luna que a tí te acaricia,
te ronda como un sereno.
Vehemente y expiada,
te exaltas en toda tu belleza,
coronada como un señuelo,
con desparpajo y sin atuendos.
Tú, Alcazaba eufórica de tú fantasía,
como un lujo te empeñas en el aire,
como una vianda emerges tu pujanza,
como una plenitud edificas tu pasado.
Córdoba, nueve de agosto de 2010. Escrito por José Francisco García.
Poema a la amistad
Apareces en la vida
como un rio de afectos compartidos,
sabiendo que engrandeces la bondad.
Apareces con toda la honestidad y nobleza
con que eres capaz de compartir;
en toda su pasión te concentras
y te haces honorable.
Haces de la fidelidad un don,
y del compromiso un estímulo.
Todo lo empapas con tu confianza,
todo lo haces hermoso con tu sinceridad,
sabiendo que jamás te defraudaré.
Tú, que haces arte en tu diario vivir,
con tu manera de ser.
Tú, que le arrebatas a las flores
su belleza innata,
cuando hablas de tí.
Tú,que desde que nos conocimos
siempre me diste alegrias.
Ahora sé de tu generosidad,
ahora sé que siempre compartimos
la primera luz del día,
ahora sé que lo más hermoso
es compartir contigo un paseo
por la Alhambra,por la Mezquita o por la Torre del Oro.
Ahora sé, que de tí,
siempre espero lo mejor.
Ahora comprendo mejor
esta amistad nuestra,
que nos une, después de tantos años.
Córdoba, nueve de agosto de 2010.Escrito por José Francisco Garcia.
como un rio de afectos compartidos,
sabiendo que engrandeces la bondad.
Apareces con toda la honestidad y nobleza
con que eres capaz de compartir;
en toda su pasión te concentras
y te haces honorable.
Haces de la fidelidad un don,
y del compromiso un estímulo.
Todo lo empapas con tu confianza,
todo lo haces hermoso con tu sinceridad,
sabiendo que jamás te defraudaré.
Tú, que haces arte en tu diario vivir,
con tu manera de ser.
Tú, que le arrebatas a las flores
su belleza innata,
cuando hablas de tí.
Tú,que desde que nos conocimos
siempre me diste alegrias.
Ahora sé de tu generosidad,
ahora sé que siempre compartimos
la primera luz del día,
ahora sé que lo más hermoso
es compartir contigo un paseo
por la Alhambra,por la Mezquita o por la Torre del Oro.
Ahora sé, que de tí,
siempre espero lo mejor.
Ahora comprendo mejor
esta amistad nuestra,
que nos une, después de tantos años.
Córdoba, nueve de agosto de 2010.Escrito por José Francisco Garcia.
RELATO:Anochecer en las aldeas de Serón (Almeria)
Todos los veranos eran especiales para los niños de los años sesenta en Serón, porque era el tiempo de la siega.Para un niño a la edad que cambia los dientes el mundo se transforma con lo nuevo que vive cada año, su fantasía no iba más allá de ver ponerse el sol por aquellas agrestes montañas de la sierra; pero sobre todo versalir el sol con aquella luminaria, traspasando los montes poco a poco, era el más bonito de los espectaculos del mundo, de un mundo imaginario.Cuando el sol se ponia por la Cerrá del Valle, todo parecia misterioso, ver anochecer con aquel resplandor rojizo que quedaba sobre el cielo tras el último candilazo del astro luminoso, parecia una novedad del invierno cada tarde.Ver como poco a poco se hacia la obscuridad hasta que desaparecia por completo toda la luz era toda una espectativa.Aquellos cantos de los pájaros entre los zarzales, el ruido de algún animal de carga por el camino de trierra,aquellas pequeñas luces que se encendian en las aldeas, las luces de los coches que pasaban por la carretera, pero la mayor atracción era cuando veimos pasar una bicicleta con su luz encendida, con aquellas dinamos pegadas a la cubierta de la rueda delantera.
Córdoba, mueve de agosto de 2010 Escrito por José Francisco Garcia.
Córdoba, mueve de agosto de 2010 Escrito por José Francisco Garcia.
Relato del punto. com
Querido punto. com:Te escribo para contarte que las cosas que te dije en el poema del ordenador, eran meras ilustraciones, no me las tomes en cuenta.Es que este mundillo me divierte, y también me pone nervioso, tantos pasadizos virtuales,ventanitas,pestañas,tanto registrarse,parece que hay que entrar desnudo a los sitios, sin identidad y de manera borreguil, y luego claro, el ordenador no entiende de ir con buena fe, ni de bondad,ni quiere saber nada de las buenas intenciones, te confieso que me siento indefenso.
A veces necesito hecharme unas risas, pasa desconectar de este tú mundillo, y relajarme, por eso me invento bromas sobre el ordenador, e ideas sugerentes.Me gustaría sentirme confiado cuando se enciende la pantalla, porque es lo que más necesitamos los humanos,vivir sin recelos, sin malos pensamientos, pero tanta pestaña, tanta insinuación, tanta navegación, me pone un poquillo tenso; y eso que no entro a lugares sospechosos, na, ya sabes, a esas páginas que pueden perturbar mi mente, ya sabes, eso que decía Averroes, que no quería perturbar su mente, con los afanes de este mundo.
Querido punto. com cuidar lo que miran tus ojos es esencial para la vida,porque después se te puede ir el corazón detrás, y los hombres en temas de sentimientos somos muy torpes y toscos, y nos dejamos llevar.Yo le tengo mucho miedo a eso de insinuarse por la pantalla, porque la carne es débil, porque no me negarás que el mundo virtual no es una completa insinuación, y a mi estas cosas como en la vida real me ponen un poquico nervioso.
En el poema al ordenador te hablé de que mi gran ayuda para la que te necesito, es para buscar usos y costumbres del idioma, palabras en desuso, localizar los localismos en las comarcas.
Camilo José Cela cuenta en su libro "Del Miño al Bidasoa" que se encontró a un hombre que iba apuntando en una libreta las palabras propias del idioma que se usaban en cada comarca.Afición muy verdadera e ilustrativa por otra parte.
A veces necesito hecharme unas risas, pasa desconectar de este tú mundillo, y relajarme, por eso me invento bromas sobre el ordenador, e ideas sugerentes.Me gustaría sentirme confiado cuando se enciende la pantalla, porque es lo que más necesitamos los humanos,vivir sin recelos, sin malos pensamientos, pero tanta pestaña, tanta insinuación, tanta navegación, me pone un poquillo tenso; y eso que no entro a lugares sospechosos, na, ya sabes, a esas páginas que pueden perturbar mi mente, ya sabes, eso que decía Averroes, que no quería perturbar su mente, con los afanes de este mundo.
Querido punto. com cuidar lo que miran tus ojos es esencial para la vida,porque después se te puede ir el corazón detrás, y los hombres en temas de sentimientos somos muy torpes y toscos, y nos dejamos llevar.Yo le tengo mucho miedo a eso de insinuarse por la pantalla, porque la carne es débil, porque no me negarás que el mundo virtual no es una completa insinuación, y a mi estas cosas como en la vida real me ponen un poquico nervioso.
En el poema al ordenador te hablé de que mi gran ayuda para la que te necesito, es para buscar usos y costumbres del idioma, palabras en desuso, localizar los localismos en las comarcas.
Camilo José Cela cuenta en su libro "Del Miño al Bidasoa" que se encontró a un hombre que iba apuntando en una libreta las palabras propias del idioma que se usaban en cada comarca.Afición muy verdadera e ilustrativa por otra parte.
jueves, 5 de agosto de 2010
poema al ordenador
No esperes nunca una taza de café de un ordenador,
ni un beso, ni una caricia.
El ordenador es como un mulo viejo:
manso y sabio.
Ahora queda descubierta mi ignorancia
ante estos cacharros,fríos y frívolos,
pero aún así prefiero mis paseos por mi barrio,
pararme a charlar con los vecinos
cuando me los encuentro,
compartir mis poemas en las lecturas poéticas
y sentir de cerca el piar de los pájaros.
Adiós, ordenador frío y cerebral,
porque no tienes para mí
puestas de sol reales,
no tienes para mi una sonrisa,
solo tienes ventanas por donde mirar.
Adiós, compañero, de teclas y pantallas,
que te dejo en la sala cerrada y obscura,
y me llevo la llave.
Adiós, que me voy a ver los paisajes vivos,
y hablar de flamenco en la taberna de Emilio;
que me voy a escribirle un poema a la Calleja de las Flores
en la Juderia cordobesa, viendo la torre de la Mezquita al fondo,
ja,ja,ja, que no puedes acompañarme, ni quiero;
y te quedas con tu pantalla apagada, ordenador querido.
No quiero tus sentimientos fríos de pantalla táctil
porque no puedes hablar de amor.
Si te soy sincero, no te quiero ordenador,
por eso me invento chistes sobre ti,
y hago bromas, porque aunque eres muy bonito
y me das tan buenas sensaciones,
no me fío de tanto laberinto,
del que me cuesta tanto trabajo salir.
¡ah! se me olvidaba,
por supuesto, lo más importante,
no puedes darme paz, ni generarla,
ni hacerme sentir en paz con mi conciencia,
que es en realidad con quien tengo que vivir,
pequeño ordenador, que te muestras tan generoso,
y aparentas ser muy amable a mis sentidos.
Adiós, ordenador, hasta mañana,
hasta más vista, hasta siempre,
o hasta nunca.
Cuando apague tu seductora pantalla,
no me acordaré ni de lo que tienes dentro
de tus entrañas, ordenador;
porque tu no puedes darme patrones de conducta,
ni una pizca de amor,
solo me das información;
y yo con cinco euros,
un pantalón y una camisa,
ya tengo bastante.
¡Ah! por supuesto, se me olvidaba
y con vivir en paz con Dios, con el prójimo,
y conmigo mismo, por supuesto sin ansiedad.
Y tu querido ordenador, en estas cosas importantes de la vida
no puedes hacer nada, ni aconsejarme, ni guiarme.
Mi miedo más grande contigo, querido ordenador,
es a que me seduzcas con tanta "cochura", esta palabra
de "cochura" no la puedes reconocer en tu diccionario,
porque es un localismo, que solo se usa en una zona determinada,
pueblo o comarca, pero ahí si te necesito, querido ordenador,
perdóname por mis juicios precipitados hacía tí,
reconozco que te necesito mucho, me ayudas, y
que pones una nota color en mi vida,
sobre todo en esto del lenguaje, giros de la lengua castellana,
ahora podré saber, si la palabra "amuga" está en desuso,
o si la palabra "jarpil" se usa en el norte de la provincia de Córdoba
podré saber las clases de pájaros que hay, y ver sus fotos,
y los lugares de España en que habitan.
Lo siento mucho, por los comentarios negativos que he hecho
antes contra ti, solo era una pequeña ilustración
de lo que nos pasa en la vida real,
que nos hacemos prejuicios de las cosas sin conocerlas
profundamente, y luego cuando las conocemos de verdad,
nos arrepentimos, no me los tomes en cuenta, querido ordenador,
es que como en la vida real, le tengo mucho miedo a la seducción,
y temo que me seduzcas, con tantas cosas bonitas como
aparecen en esta pantalla, me encanta cuando se abre,
y me indicas las instrucciones, no me podrás negar,
querido ordenador, que todo lo que me ofreces es muy seductor
y la palabra seducción, como buen amante de la lengua castellana que soy,
porque eso sí, te preguntaré muchas cosas de usos y costumbres del idioma,
por ejemplo, el uso de las palabras terminado en "ico",
al sureste de la provincia de Almeria;
como te decia, al uso y significado de la palabra seducción
le tengo mucho respeto, pero en fin, esto son cosas mías.
Te necesito ordenador, te haré la mejor publicidad que pueda
y hablaré de los beneficios que existen en la persona
cuando tu entrás en la vida de una persona
y de la pasión que despiertas por los campos, por los caminos,
por el arte, y de todas las bondades que tienes
y que enriquecen una vida.
Lo único que te pido, querido ordenador,
es que no me seduzcas, que soy muy frágil,
y en seguida me dejo llevar,
y me entrego con demasiada facilidad.
Te quiero, ordenador, pásalo bien.
Córdoba, seis de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia.
ni un beso, ni una caricia.
El ordenador es como un mulo viejo:
manso y sabio.
Ahora queda descubierta mi ignorancia
ante estos cacharros,fríos y frívolos,
pero aún así prefiero mis paseos por mi barrio,
pararme a charlar con los vecinos
cuando me los encuentro,
compartir mis poemas en las lecturas poéticas
y sentir de cerca el piar de los pájaros.
Adiós, ordenador frío y cerebral,
porque no tienes para mí
puestas de sol reales,
no tienes para mi una sonrisa,
solo tienes ventanas por donde mirar.
Adiós, compañero, de teclas y pantallas,
que te dejo en la sala cerrada y obscura,
y me llevo la llave.
Adiós, que me voy a ver los paisajes vivos,
y hablar de flamenco en la taberna de Emilio;
que me voy a escribirle un poema a la Calleja de las Flores
en la Juderia cordobesa, viendo la torre de la Mezquita al fondo,
ja,ja,ja, que no puedes acompañarme, ni quiero;
y te quedas con tu pantalla apagada, ordenador querido.
No quiero tus sentimientos fríos de pantalla táctil
porque no puedes hablar de amor.
Si te soy sincero, no te quiero ordenador,
por eso me invento chistes sobre ti,
y hago bromas, porque aunque eres muy bonito
y me das tan buenas sensaciones,
no me fío de tanto laberinto,
del que me cuesta tanto trabajo salir.
¡ah! se me olvidaba,
por supuesto, lo más importante,
no puedes darme paz, ni generarla,
ni hacerme sentir en paz con mi conciencia,
que es en realidad con quien tengo que vivir,
pequeño ordenador, que te muestras tan generoso,
y aparentas ser muy amable a mis sentidos.
Adiós, ordenador, hasta mañana,
hasta más vista, hasta siempre,
o hasta nunca.
Cuando apague tu seductora pantalla,
no me acordaré ni de lo que tienes dentro
de tus entrañas, ordenador;
porque tu no puedes darme patrones de conducta,
ni una pizca de amor,
solo me das información;
y yo con cinco euros,
un pantalón y una camisa,
ya tengo bastante.
¡Ah! por supuesto, se me olvidaba
y con vivir en paz con Dios, con el prójimo,
y conmigo mismo, por supuesto sin ansiedad.
Y tu querido ordenador, en estas cosas importantes de la vida
no puedes hacer nada, ni aconsejarme, ni guiarme.
Mi miedo más grande contigo, querido ordenador,
es a que me seduzcas con tanta "cochura", esta palabra
de "cochura" no la puedes reconocer en tu diccionario,
porque es un localismo, que solo se usa en una zona determinada,
pueblo o comarca, pero ahí si te necesito, querido ordenador,
perdóname por mis juicios precipitados hacía tí,
reconozco que te necesito mucho, me ayudas, y
que pones una nota color en mi vida,
sobre todo en esto del lenguaje, giros de la lengua castellana,
ahora podré saber, si la palabra "amuga" está en desuso,
o si la palabra "jarpil" se usa en el norte de la provincia de Córdoba
podré saber las clases de pájaros que hay, y ver sus fotos,
y los lugares de España en que habitan.
Lo siento mucho, por los comentarios negativos que he hecho
antes contra ti, solo era una pequeña ilustración
de lo que nos pasa en la vida real,
que nos hacemos prejuicios de las cosas sin conocerlas
profundamente, y luego cuando las conocemos de verdad,
nos arrepentimos, no me los tomes en cuenta, querido ordenador,
es que como en la vida real, le tengo mucho miedo a la seducción,
y temo que me seduzcas, con tantas cosas bonitas como
aparecen en esta pantalla, me encanta cuando se abre,
y me indicas las instrucciones, no me podrás negar,
querido ordenador, que todo lo que me ofreces es muy seductor
y la palabra seducción, como buen amante de la lengua castellana que soy,
porque eso sí, te preguntaré muchas cosas de usos y costumbres del idioma,
por ejemplo, el uso de las palabras terminado en "ico",
al sureste de la provincia de Almeria;
como te decia, al uso y significado de la palabra seducción
le tengo mucho respeto, pero en fin, esto son cosas mías.
Te necesito ordenador, te haré la mejor publicidad que pueda
y hablaré de los beneficios que existen en la persona
cuando tu entrás en la vida de una persona
y de la pasión que despiertas por los campos, por los caminos,
por el arte, y de todas las bondades que tienes
y que enriquecen una vida.
Lo único que te pido, querido ordenador,
es que no me seduzcas, que soy muy frágil,
y en seguida me dejo llevar,
y me entrego con demasiada facilidad.
Te quiero, ordenador, pásalo bien.
Córdoba, seis de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia.
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