No esperes nunca una taza de café de un ordenador,
ni un beso, ni una caricia.
El ordenador es como un mulo viejo:
manso y sabio.
Ahora queda descubierta mi ignorancia
ante estos cacharros,fríos y frívolos,
pero aún así prefiero mis paseos por mi barrio,
pararme a charlar con los vecinos
cuando me los encuentro,
compartir mis poemas en las lecturas poéticas
y sentir de cerca el piar de los pájaros.
Adiós, ordenador frío y cerebral,
porque no tienes para mí
puestas de sol reales,
no tienes para mi una sonrisa,
solo tienes ventanas por donde mirar.
Adiós, compañero, de teclas y pantallas,
que te dejo en la sala cerrada y obscura,
y me llevo la llave.
Adiós, que me voy a ver los paisajes vivos,
y hablar de flamenco en la taberna de Emilio;
que me voy a escribirle un poema a la Calleja de las Flores
en la Juderia cordobesa, viendo la torre de la Mezquita al fondo,
ja,ja,ja, que no puedes acompañarme, ni quiero;
y te quedas con tu pantalla apagada, ordenador querido.
No quiero tus sentimientos fríos de pantalla táctil
porque no puedes hablar de amor.
Si te soy sincero, no te quiero ordenador,
por eso me invento chistes sobre ti,
y hago bromas, porque aunque eres muy bonito
y me das tan buenas sensaciones,
no me fío de tanto laberinto,
del que me cuesta tanto trabajo salir.
¡ah! se me olvidaba,
por supuesto, lo más importante,
no puedes darme paz, ni generarla,
ni hacerme sentir en paz con mi conciencia,
que es en realidad con quien tengo que vivir,
pequeño ordenador, que te muestras tan generoso,
y aparentas ser muy amable a mis sentidos.
Adiós, ordenador, hasta mañana,
hasta más vista, hasta siempre,
o hasta nunca.
Cuando apague tu seductora pantalla,
no me acordaré ni de lo que tienes dentro
de tus entrañas, ordenador;
porque tu no puedes darme patrones de conducta,
ni una pizca de amor,
solo me das información;
y yo con cinco euros,
un pantalón y una camisa,
ya tengo bastante.
¡Ah! por supuesto, se me olvidaba
y con vivir en paz con Dios, con el prójimo,
y conmigo mismo, por supuesto sin ansiedad.
Y tu querido ordenador, en estas cosas importantes de la vida
no puedes hacer nada, ni aconsejarme, ni guiarme.
Mi miedo más grande contigo, querido ordenador,
es a que me seduzcas con tanta "cochura", esta palabra
de "cochura" no la puedes reconocer en tu diccionario,
porque es un localismo, que solo se usa en una zona determinada,
pueblo o comarca, pero ahí si te necesito, querido ordenador,
perdóname por mis juicios precipitados hacía tí,
reconozco que te necesito mucho, me ayudas, y
que pones una nota color en mi vida,
sobre todo en esto del lenguaje, giros de la lengua castellana,
ahora podré saber, si la palabra "amuga" está en desuso,
o si la palabra "jarpil" se usa en el norte de la provincia de Córdoba
podré saber las clases de pájaros que hay, y ver sus fotos,
y los lugares de España en que habitan.
Lo siento mucho, por los comentarios negativos que he hecho
antes contra ti, solo era una pequeña ilustración
de lo que nos pasa en la vida real,
que nos hacemos prejuicios de las cosas sin conocerlas
profundamente, y luego cuando las conocemos de verdad,
nos arrepentimos, no me los tomes en cuenta, querido ordenador,
es que como en la vida real, le tengo mucho miedo a la seducción,
y temo que me seduzcas, con tantas cosas bonitas como
aparecen en esta pantalla, me encanta cuando se abre,
y me indicas las instrucciones, no me podrás negar,
querido ordenador, que todo lo que me ofreces es muy seductor
y la palabra seducción, como buen amante de la lengua castellana que soy,
porque eso sí, te preguntaré muchas cosas de usos y costumbres del idioma,
por ejemplo, el uso de las palabras terminado en "ico",
al sureste de la provincia de Almeria;
como te decia, al uso y significado de la palabra seducción
le tengo mucho respeto, pero en fin, esto son cosas mías.
Te necesito ordenador, te haré la mejor publicidad que pueda
y hablaré de los beneficios que existen en la persona
cuando tu entrás en la vida de una persona
y de la pasión que despiertas por los campos, por los caminos,
por el arte, y de todas las bondades que tienes
y que enriquecen una vida.
Lo único que te pido, querido ordenador,
es que no me seduzcas, que soy muy frágil,
y en seguida me dejo llevar,
y me entrego con demasiada facilidad.
Te quiero, ordenador, pásalo bien.
Córdoba, seis de agosto de 2010. Escrito por José Francisco Garcia.
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